LIBROS. Vita sexualis (1909), de Ogai Mori

La pequeña obra Vita sexualis: El aprendizaje de Shizu, del escritor japonés Ogai Mori, es un compendio entre irónico y crítico de vivencias del protagonista, en concreto su aprendizaje de la sexualidad entre los 6 y los 21 años. Shizuka Kanai, el protagonista, es un modesto profesor de filosofía en el Japón de principio del siglo XX, cuando el país se está modernizando a marchas forzadas en todos los aspectos, incluida la literatura. Kanai, que actúa como alter ego del propio autor, quiere demostrar que los planteamientos de la corriente literaria del Naturalismo que impregna en aquel momento las letras japonesas por influencia occidental son exagerados, especialmente al relatar cuestiones personales, especialmente en el campo sexual, y se corre el riesgo de rebajar el nivel literario de la novela japonesa. La obra responde a las inquietudes literarias de su tiempo, pero también a la personalidad y a la biografía de Ogai Mori, y en su aparente sencillez alberga una lectura más profunda sobre cómo consideraba que se debía escribir una novela.

MORI, OGAI (2001). Vita sexualis: El aprendizaje de Shizu. Madrid: Trotta (col. Pliegos de oriente, n. 7)

El original es de 1909. La edición se incluye en el fondo UNESCO de obras representativas, tiene 181 páginas e incluye un prólogo de la traductora Kayoko Takagi.

Valoración personal (sobre 5): Interesante (3)

Ogai Mori, seudónimo de Rintaro Mori (1862-1922), es uno de los ilustrados de referencia de la era Meiji (1868-1912) en Japón. Médico militar de profesión, se formó durante cuatro años en Alemania en donde conoció la literatura alemana y europea de la época. Como escritor pasó por cuatro etapas bien diferenciadas: una primera de cuentos cortos; una segunda, tras su participación en dos conflictos bélicos, en donde escribe obras de ficción basadas en buena parte en sus propias experiencias y en donde se incluye Vita sexualis: El aprendizaje de Shizu; una tercera inspirada en hechos reales de la historia japonesa, y por último una cuarta etapa en la que escribiría biografías de doctores en medicina china de la época Edo.

Yukio Mishima, que no se prodigaba en alabanzas, tenía a Ogai Mori como uno de los escritores más grandes que se hayan visto. Sin embargo, entre la crítica de su tiempo, Mori suscitaba división de opiniones ya que muchos consideraban su estilo sencillo y falto de tensión, y además tildaban sus historias de un afán didáctico, pedante o de tediosa moralidad… Además, en sus historias echaban de menos la tensión narrativa, un hilo conductor firme que les mostrase una trama a seguir. El profesor Yoshiyuki Nakai, especialista en Ogai Mori, sintetizaba esto último con una frase realmente acertada: “sus obras de ficción parecían ser historias que fallaban en ser historias”.

Los tres niveles de la obra

El propio profesor Nakai nos desvela su punto de vista sobre la profundidad de la obra de Ogai Mori a través del análisis de Vita sexualis (ver bibliografía). Para Nakai, esta obra tienen una triple estructura. En el nivel más accesible, es un comentario sobre el estado de degeneración de la literatura japonesa de aquel momento. Para ello, Mori utilizó la técnica de la “novela del yo” (o shizenshugi shishōsetsu, de gran éxito en el Japón de principios del siglo XX y que consistía simplemente en relatar las vicisitudes vitales de cada autor), pero en forma de parodia. El protagonista explica sus vivencias sexuales para intentar analizarse a sí mismo puesto que, atónito por lo que lee en sus coetáneos, dice tener la sensación de estar al borde de la frigidez.

El segundo nivel de la obra, para el profesor Nakai, sería un análisis más profundo de la sicología sexual humana, de una forma no alcanzada en cualquier otra de esas “novelas del yo” que criticaba. Ogai Mori era médico, profesión que ejerció durante años en el ejercito japonés. Participó en las guerras de su país contra China (1894-95) y Rusia (1904-1905), en donde aplicó los conocimientos que había adquirido durante una anterior estancia de estudio en Alemania. De hecho, el propio título de la novela procede de los términos usados en un manual clínico que un especialista alemán de la época utilizaba para describir diversos casos de estudio de anomalías sexuales. Además, Ogai también conocía las teorías de Sigmund Freud acerca de la importancia del sexo en la sicología humana. Todo ello lo aplicó en su novela, aunque disuelto en una en apariencia sencilla forma literaria que en verdad enmascara, según el profesor Nakai, el clásico tema del amor masculino por la Madre.

El tercer nivel, que engloba los dos anteriores y los eleva a la categoría de arte literario, es la utilización de una técnica impresionista para presentar juntas una serie de imágenes relacionadas. Mori traslada lo fundamental de la pintura  Monet y de la música  de Debussy al campo de la técnica literaria. Así, Vita sexualis: El aprendizaje de Shizu se convierte en un conjunto de pequeños relatos sobre diferentes eventos del aprendizaje sexual del protagonista que parecen haber hecho mella en su memoria. Relatos aparentemente inconexos más allá de su sucesión temporal, pero que en realidad van tejiendo esos otros dos objetivos del autor: la crítica a la “novela del yo” y la justificación a la luz de la ciencia de lo que se está escribiendo como vivencia personal, poniendo así la ciencia al servicio de la literatura. Y todo ello con una carga importante de ironía porque muchas de las escenas que relata el protagonista sin duda nos hacen esbozar más de una sonrisa. Aunque la mayor de las ironías del libro, probablemente sea el que si viendo el título de la obra alguien espera llegar a la escena cumbre del aprendizaje sexual del protagonista, acaba quedándose con las ganas.

Conclusión

Esta sabia combinación probablemente era lo que admiraba Mishima de la escritura de Mori. Su intuición sobre cómo debía ser la nueva novela japonesa a partir de la renovación impulsada en la era Meiji han situado a Okai Mori en un puesto clave de pionero de la literatura moderna de aquel país, junto a Natsume Sōseki. La obra se lee bien y tiene pasajes divertidos. También ilustra la vida y las costumbres cambiantes del Japón de principios del siglo XX. Buscar las claves de la interpretación que se ha dado aquí ya es un nivel más profundo y complejo de lectura que puede añadir una nueva perspectiva al disfrute de la novela.

FUENTES

– NAKAI, Y. (1980). «Ogai’s craft. Literary techniques and themes in Vita sexualis«. Monumenta Nipponica, vol. XXXV, n. 2, pp. 223-239

– NOYA, A. i SUZUKI, S. (2005). «Literatura japonesa moderna (I)». En: PRADO, C. (coord.). Literatures de l’Àsia oriental: segles XIX i XX. Barcelona: FUOC.

´- TAKAGI, K. (2001). «Prólogo» en la edición utilizada de Vita sexualis. Madrid: Trotta (col. Pliegos de oriente, n. 7), pp. 9-22

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3 pensamientos en “LIBROS. Vita sexualis (1909), de Ogai Mori

  1. Sí, tal vez sea por esa sucesión de impresiones aparentemente inconexas que conforman esta obra el que con el tiempo queden más en la memoria como recuerdos o pinceladas de acuarela que comentas y no tanto como una idea global de novela.

    Gracias por el comentario.

  2. Hace mucho que leí Vita Sexualis, pero en realidad releerlo sigue siendo un cúmulo de sorpresas. Solo que ahora los recuerdos se me presentan en pinceladas de acuarela.

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